Luego de que el jueves pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en su conferencia mañanera, descartó un alza en los gravámenes para combatir la obesidad en México, especialistas del sector de bebidas señalaron que el IEPS aplicado a los refrescos no se eliminará y seguirá actualizándose cada año en base a la inflación.
“Nosotros no vamos a aumentar impuestos, eso está descartado, pero desde luego que tenemos que atender el tema de la obesidad que es grave y que tiene que ver con muchas causas”, apuntó el mandatario.
Hace unos días, José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señaló que ante el alto número de personas obesas o con sobrepeso en México es necesario que se impongan nuevos impuestos a los alimentos y bebidas que lo provocan.
Ante esto, el presidente señaló, que, “ya se ha avanzado con la aprobación de la nueva de ley de etiquetado de productos y bebidas y ya se trabaja en la realización de sus normas, buscando la conciliación mediante foros de consulta, además se lanzará una campaña nutricional a nivel nacional”.
Jimena Colín, analista de Grupo Financiero Monex, dijo que “efectivamente, el presidente comentó que no se van a subir los impuestos a bebidas azucaradas, sin embargo sí hubo una actualización del IEPS para este año, al pasar de 1.17 pesos por litro en el 2019 a 1.27 pesos para este 2020.
“Creo que la idea al final de todo esto es que no suba el impuesto pero que sí que se actualice en base a la inflación”.
En este sentido la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) detalló que cuando se fijó este impuesto a la vez se planteó su actualización conforme a la inflación, y esto así siguió para este año.
La ANPRAC ha estado en contra de este impuesto, ya que considera que eleva la desigualdad social, pues el 57 por ciento de lo recaudado es pagado por las familias más pobres; además limita el crecimiento económico y no tiene un beneficio social aunque tampoco cumple con su objetivo, que es bajar el consumo de refrescos.
“Hemos explicado que la causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso es multifactorial, ya que esta problemática en gran parte se debe a un desequilibrio entre calorías consumidas y calorías gastadas.
“Tenemos el compromiso de reducir el 20 por ciento adicional de calorías para las bebidas en los próximos cinco años. Nuestros objetivos dentro de este nuevo compromiso incorporan opciones en diferentes tamaños y sabores bajos o sin calorías”, indicó.
La información publicada por la propia ANPRAC revela que la industria refresquera aporta a la economía el 1.8 por ciento del PIB nacional y significa el 2.6 por ciento del PIB manufacturero.
Analistas del sector bebidas indicaron que en México existen dos marcas poderosas que se distribuyen una gran parte del mercado de refrescos, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) que está conformada por ocho embotelladores: Arca Continental, Bebidas Refrescantes de Nogales, Corporación del Fuerte, Grupo Embotellador Nayar, Embotelladora de Colima, Coca-Cola Femsa, Corporación RICA y Bepensa y Jugos del Valle-Santa Clara.
Estas empresas operan en el país por zona geográfica bajo dos consignas: criterios de calidad y políticas que los distinguen como compañía a nivel mundial.
Por parte de Pepsi Cola, los embotelladores que destacan son Organización Cultiba, una joint venture entre Grupo Embotelladoras Unidas y Empresas Polar de Venezuela, como la más importante y consolidada.
Colín dijo que el impuesto no se eliminará, ya que sus esfuerzos se encaminan a concientizar a la gente a comer de manera saludable.
“Un esfuerzo en esta vía es el nuevo etiquetado, aprobado por la Cámara de senadores, el alza de IEPS a los refrescos generalmente se va a la población de los deciles más bajos, que lamentablemente son los que más consumen y por lo tanto los que más pagan este gravamen”